Cuando le preguntaron a Napoleón Bonaparte cuántas horas de sueño eran necesarias, se cuenta que respondió: “Seis para un hombre, siete para una mujer, ocho para un tonto”.
A pesar de lo que dijera el corso, la mayoría de las personas necesitan dormir entre siete y ocho horas para sentirse bien, pero hay unas pocas que tienen el privilegio de disfrutar de muchas más cuando las necesitan. Es el caso de la actriz de 34 años Dakota Johnson, quien a principios de la semana pasada revelaba en una entrevista distendida a la revista de estilo de vida de The Wall Street Journal Magazine que suele dormir diez horas al día y que defiende dicha cantidad de horas a toda costa para mantener un estado mental tranquilo. De hecho, la actriz ha expresa de forma rotunda: “No soy funcional si duermo menos de 10 horas. Dormir es mi prioridad número uno en la vida. Puedo dormir 14 horas seguidas”.
La hija de los actores Melanie Griffith y Don Johnson, quien siempre se ha expresado de forma muy directa y sincera con respecto a la salud mental y que en diversas ocasiones ha detallado como la depresión que tuvo a los quince años supuso un escollo muy importante en la vida, no tiene ninguna duda de que el descanso no solo es una forma de garantizar una mejor piel y una buena forma física sino sobre todo, mayor claridad a la hora de afrontar la vida. Sin tapujos admite que muchos días puede llegar a extender su descanso 14 horas, lo que quiere decir que pasa más de la mitad del día dormida.
“No tengo una hora fija [para despertarme]”, señala. “Depende de lo que esté pasando en mi vida. Si no estoy trabajando, si tengo un día libre el lunes, dormiré todo lo que pueda”. Además del descanso, la protagonista de Cincuenta sombras de Grey dedica parte de su jornada a la meditación. “La practico dos veces al día. Hago meditación trascendental. Últimamente me dedico mucho a la respiración y eso me ha ayudado mucho con la ansiedad”.
Johnson habló también de su último trabajo, la locución del documental IFC Films sobre Shere Hite, la educadora sexual feminista que saltó a la fama en la década de 1970 con la publicación de su revolucionario libro The Hite Report, para el que recopiló los resultados de sus encuestas a miles de mujeres sobre sus vidas sexuales. Fue tan criticada que se fue a vivir a Europa. Johnson ha aprovechado para defenderla: “Sus estudios proporcionaron una visión de la sexualidad femenina y el orgasmo femenino diferentes. Fue una pena que fuera borrada de la historia”.