Cristina Ibarrola (UPN) perderá la Alcaldía de Pamplona apenas seis meses después de lograr la vara de mando. Según ha podido saber la Cadena SER en Navarra, PSN y EH Bildu han llegado a un acuerdo para presentar este miércoles una moción de censura en el Ayuntamiento de la capital navarra. Los detalles del pacto se conocerán en las próximas horas, pero lo que sí está claro es que el candidato acordado para liderar la alternativa es Joseba Asirón (EH Bildu), que ya ocupó la Alcaldía entre 2015 y 2019. Tras las pasadas elecciones municipales del 28 de mayo, UPN retuvo la Alcaldía de Pamplona por ser la fuerza más votada y ante la falta de acuerdo del resto del pleno. EH Bildu es una de las formaciones que ha apoyado la reciente investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, aunque las condiciones y peticiones de la formación para lograr este apoyo no se han hecho públicas.
El coordinador general de la coalición abertzale, Arnaldo Otegi, ha negado que haya habido “un cambio de cromos” de la alcaldía de Pamplona por la investidura del líder del PSOE, Pedro Sánchez, como presidente del Gobierno del Estado. Otegi ha asegurado que “el marco de negociación” de la moción de censura “se ha dado Navarra y no tiene nada que ver con el Estado”. “El acuerdo se ha gestionado y cerrado en Nafarroa entre el PSN y EH Bildu”, ha apuntado en una entrevista concedida a ETB.
En Pamplona, EH Bildu es la segunda fuerza del pleno con 8 de los 27 concejales de su Ayuntamiento, uno menos de los 9 que tiene UPN. Los socialistas son la tercera fuerza con 5 concejales, por lo que EH Bildu y PSN suman 13 votos de los 27 del pleno. A la moción de censura para defenestrar a Ibarrola se sumarán también los 2 ediles de Geroa Bai y el de Contigo-Zurekin, con lo que la moción de censura a Ibarrola y su reemplazo por Asirón contaría con 16 apoyos en el pleno, dos más de los necesarios para salir adelante. Según marca la Ley Electoral General en su artículo 197, una vez presentada, la moción se debe debatir 10 días hábiles más tarde. Así, la votación tendría lugar durante la última semana del año, previsiblemente el 28 de diciembre, a las 12.00 del mediodía.
Es la crónica de una moción de censura por la que se le lleva preguntando a la todavía alcaldesa Ibarrola desde que accedió al cargo. La regionalista logró la vara de mando por ser la cabeza de lista de la formación más votada. Aunque a sus nueve concejales había sumado el apoyo de otros dos del PP, estaba lejos de la mayoría absoluta del pleno. Ha estado medio año en el cargo y durante este periodo ha acumulado varias decenas de reprobaciones del pleno municipal. El lunes, Ibarrola ya avanzó que no presentaría proyecto de presupuestos antes de fin de año porque quería negociar apoyos con el resto de los grupos. No obstante, las posibilidades de acordar en este y otros asuntos han sido prácticamente inexistentes y la todavía alcaldesa ha llegado a denominarlos como la “coordinadora del no”.
Los últimos presupuestos aprobados en la ciudad son los de 2021, que fueron acordados entre UPN y PSN. La pandemia de covid-19 llevó a los socialistas a facilitar la aprobación de los presupuestos en los ayuntamientos en los que fueran decisivos sus votos. Más allá, durante los ocho años de mandato del antecesor de Ibarrola, Enrique Maya (UPN), los regionalistas solo han logrado sacar adelante esos presupuestos.
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Las relaciones entre UPN y PSN han sido tensas durante los últimos años, tanto en el Consistorio pamplonés como en el Gobierno foral, liderado por la socialista María Chivite, que repite en el cargo. Chivite ha firmado los cuatro últimos acuerdos presupuestarios con EH Bildu, que se abstuvo en su primera investidura, facilitando que saliera adelante. Tras las elecciones del 28 de mayo, la formación abertzale volvió a abstenerse y Chivite logró la reelección en agosto, en una segunda votación. Posteriormente, socialistas y EH Bildu también acordaron que el alcalde de Tafalla, Xabier Alcuaz (EH Bildu) presidiera la Federación Navarra de Municipios y Concejos. Fue entonces la primera vez que los socialistas votaron directamente a un candidato abertzale. Un cambio de tendencia que se produjo después de las elecciones generales del 23 de julio, en las que el PSN fue, por primera vez desde 1986, la fuerza más votada en Navarra, seguida, precisamente, por EH Bildu.